sábado, 25 de agosto de 2012

Deseo.


La razón es la constante enemiga del corazón.
Juega a la interminable fracción de segundo donde te ganan las ganas,
las ganas de querer hacer lo incorrecto e indebido o lo correcto y simplemente inadecuado.
El alma te grita con furor que lo busques, que la busques,
que corras, hasta donde descansan sus ojos, que lo abraces, que la abraces,
con ternura y pasión, que abras un espacio en el mundo, solo para dejar huellas en una infinita mirada compartida,
en una inagotable espera de lo que tanto anhelas.
Y sin saber siquiera que es lo último que piensa al dormir,
sin saber siquiera si es verdad cuando sus labios callan o sólo murmuran el palpable tacto de mis manos por su cara.
Es perfecto como su sonrisa, como el brillo de su vista en el cielo que lo dice todo pero calla la muerte de sus días.
Porque un cruce de labios guarda miles de deseos y verdades, de sentimientos y sensaciones y te destruye,
saber que la felicidad sólo son esos momentos inexorables de la vida que perduran en la memoria.
Terminables pero igualmente inolvidables.
Como inolvidable el rastro de tus huellas por mis mejillas o el tamaño de tus pestañas, lisas, como el papel.

miércoles, 22 de agosto de 2012

El mundo y sus sonrisas.



Porque el mundo también escupe risas, drena felicidad.
Aunque se quede sin luces ni miradas, ni esperanzas.
Una sonrisa es suficiente para mantener el peso del mundo.
Aunque acabe, aunque duela, aunque hiera, da vueltas el piso cuando vuelas.
De colores, sepia o sin matiz, sonríe.
Se hace feliz el mundo cuando sonríe.
Se vive, se destruye, se revive.
El mundo se derrama en una infinita mirada hacia el horizonte.
También el mundo, es página en blanco.
Sus cabellos, olean en manchas de café.
Despierta, se amanece y desvanece.
Se lee en la estrecha línea de algunos labios.
Se observa en charquitos de rocío.
Es la sonrisa de los niños, la alegría de los enfermos.
Se pinta en el cielo, con nubes de algodón.
El mundo, se refleja en el inmenso mar de tus brazos.
En la última metáfora de éste párrafo.
El mundo, también es tinta.
Es tierra infinita de caminos perdidos,
es tiempo olvidado.
Es madre, abuelo y victima. 
No espera.
El mundo gira y acaba.


martes, 21 de agosto de 2012

Cuando escribo.


Después de una letra, la palabra, el verso y el sentimiento.
Si escribes es tuyo, si lo sientes es puro.
La luna, tu musa o el ocaso.
Cualquiera el tema, el fin se hace coincidencia.
Poesía, cuentos o relatos.
La tinta derramada es un tesoro basto.