Cierto el firmamento y las líneas que escribí.
Cierto que sé que eres para mí,
cierto que no sé que pasará.
Cierto mi delirio, cierto el punto final.
Cierto el engaño que creí, jugando a tenerte.
Cierto día amaneció, su sonrisa me iluminó.
Cierta la tristeza, viéndote marchar.
Cierta la noche donde camino descalza.
Cierta tu silueta,
cierta tus huellas marcadas en mi piel.
Cierto el banco de la plaza,
el viento oleaba su confianza.
Cierto el mar que escucha, todos mis silencios.
Ciertos los silencios,
vacíos, llenos de sentimientos.
Cierta mi soledad que camina de tu lado.
Cierto el niño volando, entre alas de esperanza.
ciertas las cicatrices, marcando la línea del olvido.
Cierta la certeza, eres inmensa belleza.
Cierto lo que siento, cuando eres lo que quiero.
Cierta la distancia, que abraza hasta el cielo.
Cierto el cielo,
Reflejando dos amantes enamorados.
ciertos enamorados, vacíos de toda sensación.
Cierto el orgullo, evita que vaya a buscarte.
Ciertas lágrimas, mojan el cemento.
Cierto el cemento, donde piso con pasión.
Cierta delicadeza, que falta de tenerte.
Cierto esto. Cierto lo que siento.
Excelente juego de palabras pero de nuevo lo cargas mucho con la cacofonía de la palabra inicial.
ResponderEliminarSi piensas manejarlo así, entonces has más corto el texto y te quedará genial.
Un abrazo.
A mi por el contrario, me parece que lo haces más musical al repetir la palabra tantas veces. Cierto que hay poemas qeu jamás deberían sonar musicales, los hay que sonoros ensordecen a quienes lo contemplan.
ResponderEliminarMe gustó como ejercicio tu poema. Ejercicio para ti, y para mi, como lector.
Un abrazo.
@sergiomarentes